Es la lengua oficial de la Ciudad del Vaticano.
Su estatus de lengua muerta (no sujeta a evolución) le confiere particular utilidad para usos litúrgicos y teológicos, ya que es necesario que los significados de las palabras se mantengan estables.
Por otra parte, la nomenclatura de especies y grupos de la clasificación biológica sigue haciéndose con términos en latín o latinizados.
Además de la terminología de la filosofía y medicina, donde se preservan muchos términos, locuciones y abreviaciones latinas.
En la cultura popular aún puede verse escrito en los lemas de universidades u otras organizaciones y también puede oírse en diálogos de películas que se desarrollan en época romana.